EGLOGA I
8
¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me avergüenzo ahora.
¿De un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
de ella salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
(Garcilaso de la Vega)
• Comentario sobre las figuras retóricas.
El tema del poema es la tristeza que siente Salicio por la frialdad y abandono de Galatea.
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me avergüenzo ahora.
¿De un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
de ella salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
(Garcilaso de la Vega)
• Comentario sobre las figuras retóricas.
El tema del poema es la tristeza que siente Salicio por la frialdad y abandono de Galatea.
Para transmitirnos estos sentimientos, el poeta utiliza una serie de figuras retóricas.
Destacan en primer lugar las metáforas que utiliza para la descripción de los dos amantes: Galatea es dura como el mármol (v.1) y fría como la nieve (v. 3). El autor no contento con estos adjetivos utiliza una hipérbole a través de los superlativos de dichos adjetivos: “más”. Salicio es descrito como fuego encendido (v. 2) que es una metáfora de la pasión amorosa que siente hacia ella. Además, ambos elementos descritos, Salicio y Galatea, se nos presentan a través de la antítesis de los opuestos “fuego”/”hielo” (vv. 2-3), "morir"/"vivir" (v.4), manifestando ya desde el principio del poema la imposibilidad de estar juntos.
Tras la descripción de la situación amorosa, el autor nos demuestra su estado de ánimo “desamparado” (v.9) y “avergonzado” (v.7).
El poema acaba con una interrogación retórica, como si el preguntar fuera más suave que la afirmación, donde se nos habla del abandono de Galatea: “de una alma te desdeñas ser señora” (v. 11).
¡Ánimo! A escribir se aprende escribiendo. Seguid practicando y dejadme los comentarios qe queráis.